
Desde ahí, nos ponemos en marcha en busca de nuestra esencia, y en los primeros pasos que damos, es fácil que busquemos fuera, sin comprender que el recorrido está dentro de cada uno, y comenzamos a percibir, que es un camino para evolucionar en sabiduría, que es interno y personal.
El Camino de Santiago es una metáfora del camino que iniciamos buscando nuestra esencia, de esa necesidad de ponernos en marcha, y recorrer la distancia para llegar al destino, que es comprender. Al igual que el camino físico el recorrido es personal, con diferentes etapas, y vivimos experiencias que nos impulsan para llegar a la meta.
Ambos caminos se asemejan, puede ocurrir que, en nuestro libre albedrío, nos distraemos y nos desviamos de ese sendero trazado, que nos lleva más directamente y sin mucho problema a nuestro destino, y se convierte en “El Camino Olvidado”, éste es el nombre del sendero físico que lleva a Santiago, desde Bilbao, pasando por pueblos tan hermosos del Bierzo, como Fasgar, Colinas del Campo… Este Camino Olvidado, también, es la metáfora de la senda que no hemos seguido para buscar nuestra esencia.
A medida que recorremos la senda física y/o espiritual, comenzamos a percibir que necesitamos silencio para llegar a la sabiduría que está dentro de nosotros, y en-El Camino Olvidado que nos lleva a Santiago, podemos encontrar ese silencio que estamos necesitando.
Cuando estamos en silencio, la mente se tranquiliza, y es ahí, cuando brota nuestra verdadera naturaleza.
“El Camino Olvidado”, es más enriquecedor, más hermoso, aunque no siempre fácil de recorrer.
Luz Robles - Profesora de Hatha Yoga, Yoga Restaurativo y Meditación Mindfulness.
Fundadora y presidenta de la Asociación “El Rincón de Luz” Sala para Yoga
Luzrobles10@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario
Me gustaría saber tu opinión...