HACER YOGA PARA ESTAR EN YOGA
“Cuando como, como… , cuando leo, leo..., cuando río, río…,cuando
trabajo trabajo…”
Esta es la atención plena (mindfulness)
Muchas empresas se han dado
cuenta que, con el dominio de la mente (poner atención a todo lo que se hace y
todo lo que sucede en el instante presente) la vida de sus trabajadores mejora
dentro y fuera del puesto de trabajo, rinden más y mejor y además están más
contentos.
Todo suma y es bienvenido, aunque
la primera intención fuera económica, ha permitido que se divulgue una técnica,
que, está comprobada, mejora la vida de la personas en general. Dicha técnica proviene
de tiempos muy remotos, no es un invento de nuestra época, aunque en ocasiones
así se da a entender.

Desde la quietud y el silencio en
el ásana, (postura del yoga), se trabaja la atención plena en tu cuerpo, y con
una práctica habitual, vamos adquiriendo destreza y dominio mental, para extrapolarlo
y conseguir esa atención en nuestra vida cotidiana. Como el vaso que rebosa
agua y salpica todo lo que hay a su alrededor.“Hacer yoga para estar en yoga”.
En la práctica del yoga, se
trabaja la atención desde el interior hasta el exterior, en esto consiste la
transformación, es una transformación interior que se expresa en el exterior.
Nuestro cuerpo es un sistema de comunicación con lo que somos, y si estamos
atentos, nos daremos cuenta qué es lo que somos.
Mientras trabajamos la atención
en la postura, estamos mejorando nuestra salud, al concentrarnos en las
sensaciones, lo que percibimos de nuestro cuerpo: si molesta, duele… ponemos la
intención en la desaparición de ese dolor, molestia y ésta se diluye, “la
atención aviva la energía”.
Desde la atención al cuerpo,
comprendes la realidad orgánica: sistema corporal, órganos, tejidos, células,
moléculas, átomos, (protones, electrones, neutrones), quarks… pura energía,
nuestro cuerpo campo de energía e información.
Hay interconexión entre cuerpo,
mente y consciencia, es una conexión interior, que se expresa en el exterior, y
ayuda a mejorar en todos los ámbitos. El yoga, como su propio nombre indica, es
unir, integrar la técnica en todo nuestro ser.
Cuando profundizas en la atención
plena, comienzas a ver la realidad de tu mente, te das cuenta del observador
que observa lo que sientes, lo que decides, tus relaciones… se comprende lo que
ES, ya no se juzga, la aceptación se instala en tu vida, y dejas de sufrir.
Ésta aceptación no es resignación, tampoco inacción, es una acción consciente,
es una acción que no tiene nada que ver la reacción, es una acción guiada por
tu ser, lo cual te libera de muchas cargas, miedos… es una aceptación con
sabiduría, con consciencia.
Esta sabiduría, consciencia,
observador… permite tomar el mando de tu vida, al no reaccionar a las
circunstancias cotidianas, diriges tu vida, realizas una acción consciente,
observas las reacciones de las otras personas y las disculpas, somos
compasivos, la aceptación, que es sabiduría, te lleva al no juicio y a la tolerancia,
(tú te das cuenta, la otra persona, que no está entrenada en la plena atención,
sólo reacciona), la empatía se instala en tu vida, el perdón, la gratitud, la
cooperación, el compartir, todo hace que tu vida se transforme, desde el
interior al exterior. Comenzamos a tener alegría, salud, felicidad y vitalidad
en nuestra vida, A todo ello nos lleva la atención plena.
Si quieres salud física, mental y
emocional, conecta con tu organismo, no con esfuerzo, sí con atención, y la
práctica del yoga es un instrumento muy valioso para esa conexión.
Todo ello no surge de la noche a
la mañana, requiere práctica e instalar el hábito en tu vida, en un tiempo
prudente y con constancia verás esa transformación. “Comprométete, persevera y
confía”.
Es un trabajo personal, así que
practica, practica y practica
“La mejor manera de hacer algo,
es dejar de hablar de ello y comenzar a hacerlo”
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